La "Legión Sabrosa" (la banda, sus familiares y amigos, y los miles de seguidores) disfrutó en la noche del sábado de una velada que quedará en el recuerdo colectivo como una de las grandes noches de la historia del cuarteto cordobés durante muchos años.

Sabroso, una de las bandas más convocantes del momento en nuestra provincia y el resto del país, cumplió 10 años y lo festejó con toda su gente en el estadio Mario Alberto Kempes, en una noche que se transformó en perfecta, puesto que pintaba para diluvio, pero finalmente se le rió en la cara al pronosticador del Servicio Meteorológico, desairado una vez más quizás por la buena onda que rondaba todo el ambiente y que ahuyentó cualquier nube que hubiera cerca.

La banda, obvio, puso la música, pero a la fiesta la pusieron todos los que colmaron la capacidad habilitada en el Estadio. Por momentos el Kempes fue un auditorio silencioso, de a ratos una concurrencia emocionada (Wally y Lisandro no pudieron contener las lágrimas y contagiaron a más de uno), y la mayor parte del tiempo, una multitud alegre y bailarina sobre una immensa pista de baile.

El recital tuvo una puesta de excelencia en materia de escenografía, coreografía y tecnología, además de un sonido tremendo que copó cada rincón de Kempes y los alrededores. La banda presentó cuatro temas nuevos (entre ellos Bandera Blanca y Como tú ninguna), que estarán en el DVD que reflejará esta fiesta y que saldrá cuanto antes.Pero, también tuvo un espacio para los uno y mil clásicos que posee Sabroso.

Como un dato anecdótico de todo lo que sucedió en una noche espectacular, cabe decir que pasó a saludar el mítico Don Oscar, quien tiempo atrás grabó con la banda un tema que deleitó y sorprendió a todos los fans de Sabroso. Además, como a las tres y media de la mañana, subió el invitado especial, este que todos estaban esperando y que la banda se había encargado de no develar hasta el final. Nada menos que un grande como Abel Pintos, que cantó bajo los instrumentos de Sabroso.

El pelado, amoroso y tranqui, desgranó varios temas fragmentados que son un clásico ya en el cancionero argentino, (largó con Ojos de Cielo y siguió con Bailando con tu Sombra), y cantó un par de canciones con Wally, otras con Lisandro, y Te Extraño, su último gran éxito, con la hija de Lisandro.

¿Había lugar para más? Pero más vale que sí, si la noche recién estaba en pañales. Como para darle el broche de oro a un cierre espectacular, subieron el Turco Chain y, por último, el Ale Ceberio.

Con el sol ya amenazando desde atrás de la platea este, la fiesta llegó a su fin, y la marea de gente que se había dado cita en el Kempes para ver a Sabroso, desandó el camino a casa, feliz de haber participado de una de esas noches para decir la consabida frase: "Yo estuve ahí".